Publicado en el "Heraldo de Aragón" el 20-05-2010
LA RANILLA de Enrique Mored
Una ronda de asfalto
La célebre operación asfalto veraniega lleva un año sin visitarnos y la verdad es que se nota. No hace falta desplazarse a los barrios tradicionalmente más dmnificados por el abandono para encontrarse socavones, grietas y asfaltos cuarteados como hacía décadas que no se veían. Sostendrá el Excelentísimo de la Inmortal que tranquilos, muchachos que esto se arregla este verano con unos toques de alguitrán, pero lo cierto es que se va a invertir la mitad de lo que se invirtió en 2006 y en 2007 y mucho menos si se tiene en cuenta la partida dispuesta en 2008, lógico en el año de los grandes fastos. Hay puntos de la ciudad que fueron renovados en profundidad con las obras del Plan E y otros, en los que los vecinos casi conocen a los baches por su nombre.
Otros lugares han empeorado mucho por la acción del hielo y la sal en un invierno gélido. No son un mal exclusivo -en la Huesca del Elboj hay algunos de tamaño descomunal-, pero aparte de molestos, peligrosos y dañinos para los vehículos, dan una penosa imagen de la quinta ciudad de España. las quejas son tan reiteradas que el Excelentísimo sabrá mejor que nadie dónde debe dar una generosa ronda de asfalto para ir mejorando.
LA RANILLA de Enrique Mored
Una ronda de asfalto
La célebre operación asfalto veraniega lleva un año sin visitarnos y la verdad es que se nota. No hace falta desplazarse a los barrios tradicionalmente más dmnificados por el abandono para encontrarse socavones, grietas y asfaltos cuarteados como hacía décadas que no se veían. Sostendrá el Excelentísimo de la Inmortal que tranquilos, muchachos que esto se arregla este verano con unos toques de alguitrán, pero lo cierto es que se va a invertir la mitad de lo que se invirtió en 2006 y en 2007 y mucho menos si se tiene en cuenta la partida dispuesta en 2008, lógico en el año de los grandes fastos. Hay puntos de la ciudad que fueron renovados en profundidad con las obras del Plan E y otros, en los que los vecinos casi conocen a los baches por su nombre.
Otros lugares han empeorado mucho por la acción del hielo y la sal en un invierno gélido. No son un mal exclusivo -en la Huesca del Elboj hay algunos de tamaño descomunal-, pero aparte de molestos, peligrosos y dañinos para los vehículos, dan una penosa imagen de la quinta ciudad de España. las quejas son tan reiteradas que el Excelentísimo sabrá mejor que nadie dónde debe dar una generosa ronda de asfalto para ir mejorando.
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