¡SALUDOS!

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viernes, 25 de junio de 2010

Opinión (varios)

Publicadas en el "Heraldo de Aragón" el 23-05-2010

La marea del tranvía
los cortes de calles han convertido la circulación de Zaragoza en un embudo debido a las obras del tranvía. soportados hasta hace unos días con paciencia por conductores y viandantes, estos trabajos ha incrementado su influencia sobre el tráfico y, por ende, las molestias que causan; ya no es posible subir por mariano Barbasán hacia la Romareda. toda la circulación desde el Centro hacia esta zona de la ciudad, en la que está el principal hospital de Aragón, debe hacerse por avenida de Goya o por Gascón de Gotor hacia Luis Vives. Conclusión: atascos en todas estas calles de la ciudad que, en el caso de Goya, son ya perennes porque la avenida está también semiamputada.
Desde el resto de la ciudad queda la opción de rodear por el Tercer Cinturón y aprovechar la anchura de calles como la avenida de Navarra, Gómez Laguna y Vía univérsitas. Ello provoca también concentraciones de tráfico en todos estos viales, con lo que los atascos ya no se circunscriben sólo al entorno de Pedro Cerbuna y Universidad. parte se debe al volumen de autobuses que se desvían por esa calle por el cierre de Manuel Lasala.
Más aún. arterias como la avenida de América están soportando el paso de vehículos que van por Torrero para evitar las zanjas. Como una marea, las obras del tranvía provocan un efecto dominó en la circulación de toda la ciudad. para frenar esta marejada, sería bueno coordinar mejor la apertura de zanjas y los cierres de calles transversales al eje del tranvía de manera que se minimicen los problemas circulatorios, como pareció que se hacía al inicio de estas obras. Afortunadamente contamos con los agentes de la Policía Local en los cruces más conflictivos para ordenar el tráfico y reducir las afecciones. A los vecinos lo que nos toca es usar las vías alternativas y evitar la zona de obras. Paciencia y resignación.
Artículo de Manuel Ortiz, presidente de la Asociación de vecinos Cesaraugusta.

"Hay ruido y polvo, pero tenemos que pasar por ello"

Con mucha paciencia y con la esperanza de que, una vez terminadas, estas obras merezcan la pena. Así viven el día a día de la construcción del tranvía los sufridos vecinos de Gran Vía, Fernando el Católico, Romareda, Casablanca y Valdespartera, que a las dificultades para circular con sus vehículos se suman los ruidos el polvo y los problemas para transitar entre las zanjas.
Este es el caso de Victoria García, una señora que vive en la confluencia de Gran Vía con el río Huerva. "Las obras las llevamos mal, pero después supongo que todo será mejor. Hay mucho ruido y polvo, pero tenemos que pasar por ello", afirma Victoria en el portal de su casa.
Por su parte, Olga Lahoz, vecina del paseo de Los olvidados de Valdespartera, señala que la circulación irregular convierte a su barrio "en un poco ciudad sin ley". "hace poco pusieron semáforos, pero la gente pasa olímpicamente de ellos y se los salta. Además, también se meten en dirección contraria para evitar dar rodeos", relata. Aun así, quita gravedad a las afecciones que las obras del tranvía están causando en el tráfico. "No veo que sea para tanto como dicen algunos". También lo ve así Rubén Peñafiel, futuro vecino del barrio. "Es un poco lioso, pero como no hay mucho tráfico no hay problema", comenta.
Olga sí lamenta lo que molestan el polvo y la tierra que se levanta de la zona de obras, sobre todo con el viento. "Casi lo de menos es lo que se ensucian las ventanas, pero es que a veces hasta molesta al respirar", señala. Sobre el transcurrir de las obras, Olga cree que "están avanzando muy rápido", y opina que la implantación del tranvía "va a ser muy buena".
Artículo de J.L.V.V./M.L.R. Fotografía de Esther Casas

"Conduzco tres cuartos de hora más todos los días"
"Esto es un desastre". Así define Silvia Larrosa la situación del tráfico por culpa de las obras del tranvía. Vive en Santa Isabel, pero por trabajo tiene que recorrer toda la ciudad a diario en coche y pasa frecuentemente por el eje del tranvía. "Hay que salir con media hora de tiempo y encima cada día hacen un cambio. me hago 100 kilómetros todos los días", dice en las inmediaciones de Alférez Provisional.
Ella es uno de los sufridos conductores que tienen que enfrentarse por obligación con las obras del tranvía "Me muevo por Casablanca y por esta zona y conduzco tres cuartos de hora más todos los días", afirma. Pese a utilizar mucho el Tercer Cinturón, no puede evitar los frecuentes atascos, sobre todo en Casablanca.
"Y encima esta obra no merece la pena. ¿Para que bajen los de Valdespartera al Corte Inglés? si quitaron las vías hace cuatro días", protesta.
Las quejas de esta conductora son compartidas especialmente por los taxistas. Andrés Pérez dice que la situación en la que está el tráfico es la peor desde el inicio de las obras. Habla del colapso de la avenida de Goya de los últimos días. "Todos los coches están saliendo al embudo de Goya por Latassa o Alférez Provisional. No sé cómo la gente no se rebota", afirma.
A Andrés se le ha bajado más de un cliente en pleno atasco y eso se nota en la recaudación. "Estaré perdiendo entre un 20% y un 40% de caja. Es que ya no te puedes mover", dice este taxista que cree que el tranvía es "una barbaridad". "Como se nota que la concejal de Servicios Públicos no va por Goya ni por Corona de Aragón", lamenta.
Artículo de M.L.R. Fotografía de Esther Casas.

"A veces te desmoralizas porque no entra nadie"

El comercio es posiblemente el sector más castigado por las obras del tranvía. El ruido y las zanjas asustan a la clientela y eso se nota en las ventas. María Ángeles Clavero, dependienta de Bolsos Tello, en Gran vía, está harta: "Esto es mortal. Llevamos desde el 21 de septiembre y lo que queda. Ahora tienen que levantar la acera y no sé cómo pasaremos".
María Ángeles dice que mientras duren las obras tiene sus precios rebajados. "Las ventas en navidad fueron horrorosas, con una caída de un 60% o un 70%. Los clientes dicen que venir aquí es como hacer una excursión. hay días que te desmoralizas porque no entra nadie. menos mal que tenemos una clientela fija muy maja", comenta.
En Gran Vía, con el corte total desde hace meses y la sustitución de la cubierta del Huerva, las afecciones a los comercios se han multiplicado. Alfredo del Río, dueño del estanco que hace esquina con la calle del Doctor Cerrada, señala que el año está siendo "ruinoso", con ingresos que bajan "un 30% con respecto a lo facturado mes a mes el año pasado.
"La afluencia de gente por aquí es mínima en comparación con lo que había", lamenta. Además, Alfredo también critica los cortes de tráfico: "Para llegar aquí sólo puedes acceder por la avenida de Goya a través de Alférez Provisional y esa zona es ahora caótica. Desde hace unos días, está imposible, hay veces que los policías ni siquiera te dejan entrar a Goya desde el paseo de Sagasta. Tienes que ir hasta la plaza de Paraíso y dar la vuelta".
Artículo de M.L.R./J.L.V.V. Fotografía de Esther Casas

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