Publicado en "El Heraldo de Aragón" el 22-11-2009
Las obras del tranvía cambian los hábitos de movilidad en Zaragoza
Los buses públicos ganan 15.000 viajeros al día y la Z-40 varios miles de coches
Fernando el Católico, primera calle en la que se verá la caja de los convoyes
No ha sido casual. Las obras del tranvía no han colapsado el tráfico en Zaragoza porque han conseguido variar los hábitos de movilidad de los conductores. Desde hace dos meses, casi 6.000 coches buscan rutas alternativas cada día, especialmente por el cuarto cinturón, y evitan cruzar el centro urbano. Otros 2.500 vehículos de la zona sur se quedan en casa. Y además, los buses de TUZSA han captado 15.000 usuarios más desde que comenzaron los trabajos en el eje Vía Ibérica-Gran Vía y la compañía de transporte público ha logrado aumentar en un 3,5% el número de viajeros.
La teniente de alcalde de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Zaragoza, Carmen Dueso, explicó que la Z-40 ha sido «el gran descubrimiento» de los conductores que han asumido con normalidad hacer un trayecto más largo a cambio de evitar los atascos. .Y los que lo han explorado se han apuntado a contar más kilómetros, pero desplazándose con más fluidez. «Zaragoza está preparada para este tipo de obras», añadió.
Los técnicos de Movilidad Urbana ultiman ahora los desvíos alternativos para el 1 de diciembre, cuando se bloqueará la Gran Vía en los dos sentidos de circulación durante cinco o seis meses. Aunque es una de las fases críticas de la obra, para esa fecha habrán acabado los trabajos en una cuarentena de calles que se han reformado este año gracias al Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL). «Será un alivio para el tráfico», explicó Dueso.
Todavía no se ha decidido si cuando finalicen los trabajos en sentido de entrada a Zaragoza se abrirán al tráfico Vía Ibérica, Isabel la Católica, Fernando el Católico y Gran Vía o si estas calles permanecerán cerradas al tráfico. Habrá que esperar a ver cómo-funciona la movilidad cuando se blinde Gran Vía.
EN PLAZO Entre los doce kilómetros de vallado repartidos entre Valdespartera y el eje Vía Ibérica-Gran Vía trabajan ahora 192 obreros y decenas de vehículos de maquinaria pesada. El lunes se cortará el único tramo de Fernando el Católico en sentido centro que todavía estaba abierto al tráfico, pero que registraba ya muy poco movimiento de coches.
La zona de más intensidad de trabajo es Gran Vía. Los trabajadores han abierto 200 lucernarios en las aceras a ras de suelo que permiten que se cuele la luz y, a partir de diciembre, que entren los obreros para sustituir la. losa que cubre el río Huerva. En el interior del cubrimiento se han colocado ya dos rieles a lo largo de 150 metros, apoyados en las ménsulas del muro, para que avance la plataforma que se irá deslizando para renovar el hormigón.
Desde el 21 de septiembre, los obreros se han encargado de desviar servicios afectados. Así, se han instalado 650 metros de tuberías de saneamiento de aguas y 3.200 metros de canalizaciones multitubulares para las instalaciones eléctricas del tranvía. También acaban de empezar las tareas de renovación y desplazamiento de un gran colector en Isabel la Católica de 120 milímetros de diámetro.
En Valdespartera, las obras no incluyen la sustitución de las tuberías, pero en la zonas de curva del trazado sí que hay que renovar los servicios. En el solar reservado para las cocheras han comenzado las tareas de explanación. En 60 días, las únicas incidencias reseñables han sido varios reventones de tubería, algo casi anecdótico en casi seis kilómetros de calles abiertas en canal en pleno centro urbano.
También han llegado hasta Valdespartera 1.500 carriles procedentes de Polonia por los que en el 2011 circularán los convoyes.. En el solar de la calle Belle Époque, el martes comenzará el enchaquetado -colocación de una funda en las vías elaborada con neumáticos recicladós7 de los raíles que amortiguará el temblor de los tranvías.
LA CAJA. Fuentes de Movilidad confirmaron que Fernando el Católico será la primera calle en la que empiece a colocarse la caja del tranvía, ya que irá ubicada en una zona de la calzada bajo la que no hay servicios básicos.
Además del tajo en la calle, el trabajo paralelo es más que intenso. Así, se ultima el proyecto definitivo de las cocheras, se avanza en el diseño del material móvil en CAF y en las oficinas de la empresa especializada Italdesign Giugiaro. Está en fase de selección de fabricantes el sistema de venta de billetes e información al viajero. El compromiso es llegar al primer semestre del 2011 con 5,8 kilómetros de tranvía en marcha entre Valdespartera y plaza Paraíso. El ritmo es-imparable. El reto es adecuar estas obras a las del apeadero de Cercanías de la avenida Goya. Y conseguir financiación de las entidades bancarias para pagar el proyecto.
Una zona que ya casi se ha acostumbrado a estar en obras
La zona se va acostumbrando al ruido, al polvo y a los desvíos de autobús. A los vecinos no les queda más remedio que resignarse y aprender dónde coger ahora el autobús que les acerca al trabajo y tener en cuenta que al ir a por el pan se tiene que dar un pequeño -o gran- rodeo para sortear las vallas.
El mayor problema que ven los afectados de las calles intermedias es que no entienden la llegada del tranvía como una mejora que cambie sus vidas. En este sentido, Merche, vecina de la Romareda, indicó que el tranvía es necesario para los nuevos barrios de Zaragoza, «pero no veo que beneficie en nada a la zona centro».
El cierre de un nuevo tramo de Fernando el Católico a partir de mañana traerá otros quebraderos de cabeza a la población, según destacó José Martí, uno de los voluntarios que asesoran a los zaragozanos en el recorrido de las obras. En estos dos meses ha observado que los ánimos de la gente que consulta son cada vez más positivos. A pesar del buen ritmo de los trabajos, hay un sector descontento que no cambiará de opinión, el de los comerciantes, que lamentan no poder hacer el agosto durante la ansiada campaña navideña.