Diseño del tranvía

Publicado en el "Heraldo de Aragón" el 16-04-2010

¿Tiene el tranvía cara de enfadado?
Con la réplica del tranvía en la calle, el debate está servido. Mientras cientos de ciudadanos se acercan a descubrir la imagen del nuevo transporte, los expertos en diseño industrial analizan el grado de innovación del Urbos 3 de CAF. Hay opiniones para todos los gustos.

Es sobrio y convencional pero correcto. Esta es la opinión general, con sus matices diferenciales, de varios diseñadores sobre el tranvía de Zaragoza, el Urbos 3 de CAF que ha ideado el italiano Fabrizio Giugiaro. Para algunos, estos rasgos lo convierten en un vehículo práctico y con una sencilla integración urbana,. Pero otros dicen que le falta innovación y atrevimiento. Que adolece emoción.
Así lo cree Ana Bendicho, de Novo Estudio. Nada más ver la imagen, se le escapa un "uf, tiene cara de enfadado, de triste". "Los tranvías tienen cara y hay que buscarles la sonrisa, como el de Burdeos. Deben ser humanos, agradables", dice. Subraya que el interior "es frió" y que los colores "no emocionan". Echa en falta que el diseño no incorpore el carácter ecológico y recuerda que "el rojo, aunque es corporativo, es indicativo de peligro". A su juicio "es correcto, pero típico de ingeniero y se ve un poco antiguo y un poco serio", "Hay partes muy estandarizadas y se le podría haber dado un poco más de `swing´¨, opina.
Carlos Sánchez, profesor de Diseño de Hacer Creativo, no está de acuerdo. "No tiene cara de enfadado...", replica. Admite que, sobre todo el testero (que eligió el propio alcalde, Juan Alberto Belloch), es sobrio, pero compacto. "No tiene estridencias y es correcto", comenta. Destaca el diseño y la amplitud del interior, aunque sugiere que "quizá le falta grafismo" en el exterior. "Lo chulo de los tranvías es darle un toque de color, propone.
Eduardo Manchado, coordinador de del grado de ingeniería de diseño industrial y desarrollo de producto de la Universidad de Zaragoza opina que "es un diseño agradable". "Lo más llamativo me parece el frontal y los ventanales, que le dan un aire ligero", comenta. No obstante, matiza que "para hacer un desarrollo convencional no hacía falta recurrir a un estudio tan caro como el de Giugiaro".

Ernesto Utrillas, profesor de Historia del Diseño Industrial de la Escuela de Arte de Teruel, dice que "es urbano y actual". "Se deja de lado el aerodinamismo más futurista y la carga emotiva para optar por un tranvía integrado en la ciudad. Igual le falta atrevimiento, pero a mi me gusta. tiene una imagen muy europea", afirma. "Se parece un poco a un autobús, pero se inserta en la ciudad. Otra cosa hubiera sido artificial", dice.

El hecho de que se asemeje a un autobús es precisamente otra de las críticas. "Tiene una estética parecida a la de un autocar. El diseño exterior es poco innovador con unas líneas un tanto duras y no creo que logre transmitir una imagen nueva de la ciudad. No es diferente a otros", lamenta Fernando Martínez, del estudio Activa Design, que también dice que "la aplicación gráfica resulta anticuada". No obstante, alaba el interior, "que es limpio, minimalista y accesible"

Daniel Escudero de Línea Diseño, es de parecida opinión "Me parece muy poco innovador, muy normal. Es como un autobús al que se ha cambiado el color. Lo primero que hubiera pedido es que no hubiera ninguno igual en el mundo, que fuera algo diferente, desde la forma hasta el diseño general, pero es muy similar a lo que conozco, concluye.
Mientras los expertos analizan el diseño, los ciudadanos siguieron ayer visitando sin cesar la réplica del tranvía aparcada en la plaza de España. Los usuarios serán quienes den el veredicto. Ellos decidirán en definitiva, si el tranvía está enfadado o si en realidad esconde una sonrisa.
Artículo de M.Lopez y J.L.Velasco. Fotos de José Miguel Marco y del archivo del Heraldo.