Publicado en el "Heraldo de Aragón" el 01-12-2009
Temor entre vecinos y comerciantes por los efectos del cierre total de Gran Vía
La seguridad, los ruidos y la cída de las ventas centran las preocupaciones ante el corte de tráfico de hoy por la mañana
Las obras del tranvía afrontan a partir de hoy su fase más conflictiva con el cierre total del paseo de la Gran Vía para acometer la renovación del cubrimiento del río Huerva. Ante el corte de la circulación rodada, los vecinos y comerciantes se temen lo peor: inseguridad, ruidos, suciedad, dificultades para la carga y descarga, merma de ventas y problemas de tráfico en el entorno. Y tienen muchas dudas acerca de si el esfuerzo valdrá la pena.
A partir de las 10.00, los operarios colocarán las vallas e iniciarán la poda de los árboles de Gran Vía para garantizar las maniobras de las grúas. El cierre se iniciará desde la plaza de Basilio Paraíso, donde ayer ya se había pintado el paso de cebra provisional para el tránsito de los peatones. después se irá cortando progresivamente la calzaa de salida de la ciudad hasta la intersección con la avenia de Goya, dejando en `fondo de saco´ las calles de Laguna de Rins, Dato, marcial y Lagasca. Se permitirá la circulación desde Alférez Provisional a Doctor Cerrada.
Los autobuses 20, 45 y 53 se desviarán por Hernán Cortés y el 30 y el 40 por sagasta y Goya.
Los vecinos y comerciantes están muy preocupados. En la tienda de bolsos Helen. elena y Felipe Pasamar decían que "el cierre será la puntilla para muchos". Y una clienta les daba la razón: "Los pobrecicos que salen de la Casa Grande ya no saben cómo coger el autobús"."Lo único que pedimos es que no empezaran hata enero para salvar la campaña navideña pero no nos han hecho caso", protestó Felipe. Paula Vázquez, estudiante y vecina de Gran Vía, lamentó los ruidos y anunció problemas de tráfico. "No sé por dónde pasarán los coches. A mí me gusta el tranvía, pero no por esta calle", afirmó.
Marián López, de la joyería Bernad de la Cal, está preparando el traslado en enero a la avenida de Goya. "Son muchos meses y dependemos mucho de la gente que pasa. No podemos aguantar y los alquileres son muy altos. me voy antes de que me pase el tranvía por encima", indicó la joyera, que consideró que la obra "no merece la pena". "Esta zona es la mejor comunicada de Zaragoza. No lo entiendo", declaró.
Marián comentó que a la falta de tránsito peatonal se sumarán los problemas de seguridad. Cristina Giménez de Armarios Buk, opinó lo mismo. "Ya nos han venido empresas de seguridad para ver si queríamos colocar alarmas. Si además de no vender nos roban, ¿qué hacemos?", dijo. "Por aquí sólo pasará la gente a la que no les quede más remedio. Nos va a limitar mucho las ventas y es un gasto innecesario", señaló.
Los hosteleros también se quejan. Como Alberto del bar Marly, que afirmó que la obra "es una irresponsabilidad"."400 millones darían para cambiar toda la flota de autobuses", recordó. Jorge Bergua, director del Hotel Gran Vía pidió ante todo que se cumplan los plazos y se quejó de los ruidos, el principal problema para su clientela. "Se ponen a picar a las 8.00 y paran a las 9.30. No se dan cuenta de que aún hay gene durmiendo", lamentó Bergua, que se mostró convencido de que el tranvía "es una ñapa" y que se debería haber apostado por el metro.
mariano Acirón, de la óptica Veo Veo, dijo que no será para tanto "La acera es ancha y confío en que los clientes sigan viniendo. Pero mi mujer cree que soy muy optimista", admitió. A su juicio, "el tranvía será bueno" y las obras son necesarias. "Pero hay que hacerlas rápido y bien", concluyó.
Temor entre vecinos y comerciantes por los efectos del cierre total de Gran Vía
La seguridad, los ruidos y la cída de las ventas centran las preocupaciones ante el corte de tráfico de hoy por la mañana
Las obras del tranvía afrontan a partir de hoy su fase más conflictiva con el cierre total del paseo de la Gran Vía para acometer la renovación del cubrimiento del río Huerva. Ante el corte de la circulación rodada, los vecinos y comerciantes se temen lo peor: inseguridad, ruidos, suciedad, dificultades para la carga y descarga, merma de ventas y problemas de tráfico en el entorno. Y tienen muchas dudas acerca de si el esfuerzo valdrá la pena.
A partir de las 10.00, los operarios colocarán las vallas e iniciarán la poda de los árboles de Gran Vía para garantizar las maniobras de las grúas. El cierre se iniciará desde la plaza de Basilio Paraíso, donde ayer ya se había pintado el paso de cebra provisional para el tránsito de los peatones. después se irá cortando progresivamente la calzaa de salida de la ciudad hasta la intersección con la avenia de Goya, dejando en `fondo de saco´ las calles de Laguna de Rins, Dato, marcial y Lagasca. Se permitirá la circulación desde Alférez Provisional a Doctor Cerrada.
Los autobuses 20, 45 y 53 se desviarán por Hernán Cortés y el 30 y el 40 por sagasta y Goya.
Los vecinos y comerciantes están muy preocupados. En la tienda de bolsos Helen. elena y Felipe Pasamar decían que "el cierre será la puntilla para muchos". Y una clienta les daba la razón: "Los pobrecicos que salen de la Casa Grande ya no saben cómo coger el autobús"."Lo único que pedimos es que no empezaran hata enero para salvar la campaña navideña pero no nos han hecho caso", protestó Felipe. Paula Vázquez, estudiante y vecina de Gran Vía, lamentó los ruidos y anunció problemas de tráfico. "No sé por dónde pasarán los coches. A mí me gusta el tranvía, pero no por esta calle", afirmó.
Marián López, de la joyería Bernad de la Cal, está preparando el traslado en enero a la avenida de Goya. "Son muchos meses y dependemos mucho de la gente que pasa. No podemos aguantar y los alquileres son muy altos. me voy antes de que me pase el tranvía por encima", indicó la joyera, que consideró que la obra "no merece la pena". "Esta zona es la mejor comunicada de Zaragoza. No lo entiendo", declaró.
Marián comentó que a la falta de tránsito peatonal se sumarán los problemas de seguridad. Cristina Giménez de Armarios Buk, opinó lo mismo. "Ya nos han venido empresas de seguridad para ver si queríamos colocar alarmas. Si además de no vender nos roban, ¿qué hacemos?", dijo. "Por aquí sólo pasará la gente a la que no les quede más remedio. Nos va a limitar mucho las ventas y es un gasto innecesario", señaló.
Los hosteleros también se quejan. Como Alberto del bar Marly, que afirmó que la obra "es una irresponsabilidad"."400 millones darían para cambiar toda la flota de autobuses", recordó. Jorge Bergua, director del Hotel Gran Vía pidió ante todo que se cumplan los plazos y se quejó de los ruidos, el principal problema para su clientela. "Se ponen a picar a las 8.00 y paran a las 9.30. No se dan cuenta de que aún hay gene durmiendo", lamentó Bergua, que se mostró convencido de que el tranvía "es una ñapa" y que se debería haber apostado por el metro.
mariano Acirón, de la óptica Veo Veo, dijo que no será para tanto "La acera es ancha y confío en que los clientes sigan viniendo. Pero mi mujer cree que soy muy optimista", admitió. A su juicio, "el tranvía será bueno" y las obras son necesarias. "Pero hay que hacerlas rápido y bien", concluyó.
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