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jueves, 30 de septiembre de 2010

Descontento en Casablanca

Publicado en el "Heraldo de Aragón" el 30-09-2010

Denuncia: Nos dejan a los vecinos de Casablanca sin una parada cerca del tranvía

Llevan meses sufriendo las obras del tranvía (Vía Ibérica levantada, la calle Embarcadero colapsada de tráfico, polvo, ruido) y temen que no van a poder beneficiarse del nuevo medio de transporte. La asociación de vecinos Tomás Pelayo de Casablanca- respaldada por comerciantes y colegios de la zona- denuncia que la ubicación de las paradas perjudica al barrio. Y pide al Ayuntamiento y al Consorcio del Tranvía de Zaragoza que rectifiquen ahora que "aún se está a tiempo". El trazado de la primera fase del tranvía prevé una parada al principio de Vía Ibérica, delante del Hospital Militar, y otra en Vía Ibérica 38, a la altura de la calle de Argualas. "Las dos quedan lejos del barrio. Nosotros proponemos una parada frente al colegio Rosa Molas y la Fuente de los incrédulos, que es el centro neurálgico del barrio de Casablanca, de muchas urbanizaciones de la zona y de ocho centros escolares. estamos afectados 8.000 vecinos de Casablanca, unos 5.000 de las urbanizaciones y cientos de escolares (de La Enseñanza, Sagrada Familia, Montearagón o Nuestra Señora del Pilar, entre otros centros)", afirma Gonzalo Martinez, presidente de la asociación de vecinos.
"Están muy lejos" Las dos paradas previstas distan 730 metros según han calculado los vecinos, y ya han comenzado los trabajos para su colocación. Critican que "están muy lejos". Los responsables del tranvía dijeron que no habría una distancia de más de 500 metros entre paradas y vemos que es falso. Además en otros puntos de la ciudad están mucho más cerca: cada 250 metros en Gran Vía o cada 100 en Valdespartera. en este barrio vive mucha gente mayor que no puede andar tanto", dice Amalio Guajardo, vecino de Casablanca y miembro de la asociación.
Los vecinos piden que se rectifique antes de que terminen las obras. otra propuesta de la asociación es que si no se puede instalar la parada frente a la Fuente de los incrédulos, al menos se acerque un poco al barrio la del Hospital Militar.
"Además, cuando entre en servicio el tranvía, remodelarán las líneas de autobús. Es posible que quiten o modifiquen la 30 y la 20, que ahora son muy utilizadas. Así que perderemos servicio de transporte público y nos obligarán a coger más el coche", se lamenta Javier Carné, de la asociación Tomás Pelayo.
Las protestas vecinales no son nuevas. distintos colectivos del barrio comenzaron sus reivindicaciones cuando vieron el diseño de las paradas en un folleto informativo a finales del año pasado. "No nos han consultado a los vecinos dónde son más necesarias las paradas. No sabemos cómo se ha diseñado", se lamentan.
Fuentes del consorcio del Tranvía aseguran que las dos paradas están a 620 metros, "una distancia asumible". "Se han puesto así después de estudios técnicos y teniendo en cuenta otras paradas de autobús para facilitar la movilidad". explican.
Artículo de P.Figols

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