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jueves, 3 de febrero de 2011

Equipamiento de los vehículos

Publicado en "20 minutos" el 3-2-2011

El tranvía tendrá un sistema para disuadir a los que quieran colarse
En cada puerta habrá un mecanismo para contar a los viajeros y comprobar cuántos validan su billete o bono. Cinco inspectores recorrerán los vagones a diario. Sancionarán a quien se cuele

Quedan algo menos de tres meses para que el tranvía de Zaragoza empiece a funcionar y sus diseñadores ultiman los último detalles antes de su estreno. Entre ellos, ya han instalado un novedoso sistema antifraude para tratar de disuadir a los viajeros que quieran subirse por la cara y sin pagar el billete, según explicó ayer el gerente de Los Tranvías de Zaragoza, Alejandro Moreno, en el primer viaje en pruebas ofrecido a los medios de comunicación.
El tranvía dispondrá en cada puerta de acceso de un mecanismo automático para contar a los usuarios que van subiendo y que, a su vez tendrán que ir validando sus billetes, tarjetas o bonos en unas máquinas instaladas nada más entrar al vagón. De esta forma, comparando ambos datos, los controladores del tranvía sabrán en qué franjas horarias y paradas se cuelan más viajeros para enviar allí a sus inspectores (habrá cinco).
Las consecuencias de viajar sin pagar son notables. Por un lado, el usuario que se cuele viaja sin seguro, con lo que en caso de accidente no podrá hacer ningún tipo de reclamación. Por otra parte, tendrá que afrontar el pago de una sanción económica que aún tiene que concretarse. habrá máquinas expendedoras de billetes tanto en las paradas como dentro de los tranvías (una por convoy, que además recargará las actuales tarjetas bus). El precio será el mismo que el del autobús urbano y se podrá pagar con cualquiera de los abonos disponibles.
El viaje ofrecido ayer a la prensa transcurrió sin incidentes, aunque con tirones y parones frente a algunos semáforos (la preferencia semafórica no está aún calibrada al cien por cien), debido principalmente a que tanto los tranvías como los conductores están afinando sistemas y habilidades.
Cuando viaje con retraso, el convoy perderá la preferencia. La velocidad media del tranvía será de 19 km/h y podrá alcanzar hasta los 50 km/h en determinados tramos. Un sistema de balizas y detectores irá abriéndole los semáforos con los que se encuentre para dotarle de prioridad frente a coches y peatones, como ya adelantó 20 minutos. Sin embargo, si un convoy se retrasa, va más despacio o sufre una incidencia, perderá la prioridad para el tramo en el que esté, de forma que el tráfico rodado no se colapse.
Aunque aún no hay fecha concreta, Belloch ha puesto de límite para la puesta en marcha del tranvía el 19 de abril. Cuando empiece a llevar viajeros funcionará con 9 convoyes, más cuatro de reserva que llevarán unas frecuencias de entre 5 y 10 minutos según el día (laboral o festivo) y la franja horaria. Cada convoy tiene seis puertas por costado y una capacidad para 200 viajeros, 52 de ellos sentados.
La marcha en blanco, este mes. En la actualidad hay 7 unidades del tranvía terminadas. Dos de ellas hacen recorridos por la ciudad, otras dos están probando la mecánica (frenos, tracción, etc.), otra está probando la infraestructura y la prioridad semafórica y una más permanece en cocheras. La séptima salió ayer de la fábrica. el objetivo es que a finales de mes los tranvías empiecen ya a circular por la ciudad de vacío, pero simulando viajes normales, deteniéndose en las paradas e incluso abriendo y cerrando puertas. Es lo que se denomina marcha en blanco y es el paso previo a los viajes con usuarios reales.
Artículo de Raul Asensio. Foto de Pedro Calle

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