Publicado en el "Heraldo de Aragón" el 26-01-2011
El trayecto del Servet a la plaza de Aragón cuesta el doble de tiempo que antes
Los dos kilómetros que se cubrían en unos 7 minutos, ahora cuestan un cuarto de hora
Las líneas de bus 30 y 40 llegan a acumular al mediodía retrasos de hasta 23 minutos
Evitar a toda costa el eje de Gran Vía y Fernando el Católico se ha convertido en una misión para centenares de conductores que en la última semana han visto cómo la reducción de carriles, el regreso de los autobuses y la persistencia de los obras han ralentizado sus trayectos. Los dos kilómetros que distan entre el hospital Miguel Servet y la plaza de Aragón, por ejemplo, "se cubrían hace 16 meses en unos 7 minutos y, ahora, se tarda por lo menos 15" comenta Avelino Cardiel, de la cooperativa de taxis. El y mucho de sus compañeros aseguran que no entran en esta "boca de lobo", a no ser que algún cliente lo pida `ex-profeso´ y creen que el citado recorrido se cubriría antes a pie que en vehículo.
Ayer a pesar de que los Urbos 3 no se dejaron ver por Gran Vía, volvieron a registrarse algunos atascos debido a la gran densidad de tráfico que circula por el eje tranviario. El Ayuntamiento insiste en que se utilicen los cinturones de ronda e itinerarios alternativos, aunque los conductores recelan de que hay obras por toda la ciudad: a las de la avenida de Goya suman las del Coso -que también ha cerrado un carril al tráfico- o las del aparcamiento que se construye en San Juan Bosco. "Antes recorría unos 18 kilómetros a la hora; ahora no paso de los 15 kilómetros por hora y eso que intento no cruzar por las zonas conflictivas de la ciudad" comenta Cardiel.
Las retenciones las achacan los usuarios a las estrecheces que provoca un solo carril, a que no se han previsto zonas de carga y descarga en una arteria comercial que precisa reparto y a que los buses crean pequeños embotellamientos cada vez que se detienen para coger y dejar pasajeros.
Buses y asfalto. Javier Anadón, presidente del comité de empresa de Tuzsa, comenta que también las frecuencias de las líneas están siendo `damnificadas" y "ayer al mediodía, en las horas punta, las líneas 30 y 40 llegaron a acumular retrasos de hasta 23 minutos, lo que viene a ser casi una vuelta entera perdida". Además también el 20 y el 45 "pierden mucho tiempo, a pesar de que la Policía Local regula el tráfico e intenta hacerlo fluido".
Los conductores d Tuzsa recuerdan que el primer domingo de febrero, aunque todavía no funcionará el tranvía, ya entrará en vigor el recorte de un vehículo en seis lineas del actual recorrido y la desaparición de los itinerarios del 128 y del 48. Por otro lado, y como consecuencia de los desvíos de estos vehículos pesados por el interior del barrio, la junta de distrito de Universidad exigió ayer una operación asfalto especial para la "reforma integral" de calles como -según citan- la avenida de Valencia, Arzobispo Apaolaza, Baltasar Gracián o Asín y Palacios.
Artículo de C.P.B. Fotografía de Aranzazu Navarro.
El trayecto del Servet a la plaza de Aragón cuesta el doble de tiempo que antes
Los dos kilómetros que se cubrían en unos 7 minutos, ahora cuestan un cuarto de hora
Las líneas de bus 30 y 40 llegan a acumular al mediodía retrasos de hasta 23 minutos
Evitar a toda costa el eje de Gran Vía y Fernando el Católico se ha convertido en una misión para centenares de conductores que en la última semana han visto cómo la reducción de carriles, el regreso de los autobuses y la persistencia de los obras han ralentizado sus trayectos. Los dos kilómetros que distan entre el hospital Miguel Servet y la plaza de Aragón, por ejemplo, "se cubrían hace 16 meses en unos 7 minutos y, ahora, se tarda por lo menos 15" comenta Avelino Cardiel, de la cooperativa de taxis. El y mucho de sus compañeros aseguran que no entran en esta "boca de lobo", a no ser que algún cliente lo pida `ex-profeso´ y creen que el citado recorrido se cubriría antes a pie que en vehículo.Ayer a pesar de que los Urbos 3 no se dejaron ver por Gran Vía, volvieron a registrarse algunos atascos debido a la gran densidad de tráfico que circula por el eje tranviario. El Ayuntamiento insiste en que se utilicen los cinturones de ronda e itinerarios alternativos, aunque los conductores recelan de que hay obras por toda la ciudad: a las de la avenida de Goya suman las del Coso -que también ha cerrado un carril al tráfico- o las del aparcamiento que se construye en San Juan Bosco. "Antes recorría unos 18 kilómetros a la hora; ahora no paso de los 15 kilómetros por hora y eso que intento no cruzar por las zonas conflictivas de la ciudad" comenta Cardiel.
Las retenciones las achacan los usuarios a las estrecheces que provoca un solo carril, a que no se han previsto zonas de carga y descarga en una arteria comercial que precisa reparto y a que los buses crean pequeños embotellamientos cada vez que se detienen para coger y dejar pasajeros.
Buses y asfalto. Javier Anadón, presidente del comité de empresa de Tuzsa, comenta que también las frecuencias de las líneas están siendo `damnificadas" y "ayer al mediodía, en las horas punta, las líneas 30 y 40 llegaron a acumular retrasos de hasta 23 minutos, lo que viene a ser casi una vuelta entera perdida". Además también el 20 y el 45 "pierden mucho tiempo, a pesar de que la Policía Local regula el tráfico e intenta hacerlo fluido".
Los conductores d Tuzsa recuerdan que el primer domingo de febrero, aunque todavía no funcionará el tranvía, ya entrará en vigor el recorte de un vehículo en seis lineas del actual recorrido y la desaparición de los itinerarios del 128 y del 48. Por otro lado, y como consecuencia de los desvíos de estos vehículos pesados por el interior del barrio, la junta de distrito de Universidad exigió ayer una operación asfalto especial para la "reforma integral" de calles como -según citan- la avenida de Valencia, Arzobispo Apaolaza, Baltasar Gracián o Asín y Palacios.
Artículo de C.P.B. Fotografía de Aranzazu Navarro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario