Publicado en el "Heraldo de Aragón" el 25-01-2011
Cambio de nombre.
EL EXPERTO: Joan Valls*
Que la Gran Vías de Zaragoza es otra, es un hecho. Quizá por ello, lo primero que deberíamos hacer es cambiarle el nombre. Parecerá una ocurrencia, pero hoy mismo he tardado 40 minutos en realizar un trayecto que antes no tomaba más de 20. Aún tiene un nombre de "calle para coches", y está claro que de ahora en adelante esto no será así. Los ciudadanos deben asumir que el uso preferente de la calle será otro. la Gran Vía será la natural y necesaria ampliación del paseo de la Independencia. Comercio, paseo, estancia tranquila, juegos de los niños y transporte sostenible cambian la función colectora de motorizados que su nombre le otorga.
Los hábitos debe4n cambiar pronto para evitar un atasco de tráfico continuado. Si vamos al centro, el coche hace tiempo que deberíamos haber aprendido que se queda en casa. Sin embargo, si por cualquier eventualidad lo necesitamos o la situación personal no nos permite renunciar a su uso, es importante habilitar y señalizar vías fluidas más adecuadas para el tráfico desde el sur de Zaragoza. El tranvía a a cambiar no sólo la calle por la que va a pasar, sino todo el entorno. Y es aquí donde el trabajo parece que anda con más demora: en las medidas de acompañamiento. Semáforos fluidos y trabajados en calles adyacentes, nuevos espacios de carga y descarga para los comercios, nuevas zonas azules y, por supuesto, espacios preferentes de estacionamiento para los vecinos a bajo precio, por mencionar unos ejemplos. El tranvía forma parte del Plan de Movilidad Sostenible. Para que el cambio salga bien, se debe considerar el plan en su conjunto. No se pueden quedar fuera el resto de líneas programadas, una cuidada reforma de la red de autobuses (debería haberse presentado hace meses, ya que los autobuses no habrían de haber vuelto a la avenida). Los cambios de hábitos son siempre difíciles y rechazados. Con los deberes hechos, ya tendríamos menos tráfico en la calle e incluso podríamos evitar medidas controvertidas como las prohibiciones de incorporarse al paseo desde las calles aledañas. Tendremos indisciplina y la indisciplina trae accidentes.
Una queja más: ¿Por qué el carril bici, de hormigón coloreado (más caro) se ha desteñido antes de inaugurarse? Un carril bici en la acera es un error, pero que no se diferencie del resto de pavimento será una interesante fuente de conflictos. Y que no estén coloreados los pasos en la calzada, una fuente de accidentes con coches.
*Técnico de Movilidad especialista en seguridad vial urbana.
Cambio de nombre.
EL EXPERTO: Joan Valls*
Que la Gran Vías de Zaragoza es otra, es un hecho. Quizá por ello, lo primero que deberíamos hacer es cambiarle el nombre. Parecerá una ocurrencia, pero hoy mismo he tardado 40 minutos en realizar un trayecto que antes no tomaba más de 20. Aún tiene un nombre de "calle para coches", y está claro que de ahora en adelante esto no será así. Los ciudadanos deben asumir que el uso preferente de la calle será otro. la Gran Vía será la natural y necesaria ampliación del paseo de la Independencia. Comercio, paseo, estancia tranquila, juegos de los niños y transporte sostenible cambian la función colectora de motorizados que su nombre le otorga.
Los hábitos debe4n cambiar pronto para evitar un atasco de tráfico continuado. Si vamos al centro, el coche hace tiempo que deberíamos haber aprendido que se queda en casa. Sin embargo, si por cualquier eventualidad lo necesitamos o la situación personal no nos permite renunciar a su uso, es importante habilitar y señalizar vías fluidas más adecuadas para el tráfico desde el sur de Zaragoza. El tranvía a a cambiar no sólo la calle por la que va a pasar, sino todo el entorno. Y es aquí donde el trabajo parece que anda con más demora: en las medidas de acompañamiento. Semáforos fluidos y trabajados en calles adyacentes, nuevos espacios de carga y descarga para los comercios, nuevas zonas azules y, por supuesto, espacios preferentes de estacionamiento para los vecinos a bajo precio, por mencionar unos ejemplos. El tranvía forma parte del Plan de Movilidad Sostenible. Para que el cambio salga bien, se debe considerar el plan en su conjunto. No se pueden quedar fuera el resto de líneas programadas, una cuidada reforma de la red de autobuses (debería haberse presentado hace meses, ya que los autobuses no habrían de haber vuelto a la avenida). Los cambios de hábitos son siempre difíciles y rechazados. Con los deberes hechos, ya tendríamos menos tráfico en la calle e incluso podríamos evitar medidas controvertidas como las prohibiciones de incorporarse al paseo desde las calles aledañas. Tendremos indisciplina y la indisciplina trae accidentes.
Una queja más: ¿Por qué el carril bici, de hormigón coloreado (más caro) se ha desteñido antes de inaugurarse? Un carril bici en la acera es un error, pero que no se diferencie del resto de pavimento será una interesante fuente de conflictos. Y que no estén coloreados los pasos en la calzada, una fuente de accidentes con coches.
*Técnico de Movilidad especialista en seguridad vial urbana.
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