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jueves, 21 de octubre de 2010

Cruce de Goya - Gran Vía: zona de obras

Publicado en el "Heraldo de Aragón" el 21-10-2010

Una excursión para salvar diez metros
Cruzar entre Goya y Gran Vía es una odisea. Las obras del tranvía confluyen con las de la estación de Cercanías y los peatones, medio atrapados entre las vallas, tienen que dar enormes rodeos para llegar al otro lado.

María Ángeles Villalba se ha quedado atorada, entre vallas y balizas en un recodo de las obras del tranvía. Intentaba cruzar (indebidamente) por la calzada para no dar un rodeo de unos 500 metros, y el tráfico se le ha echado encima, impidiéndole caminar hacia delante y hacia detrás. Junto a ella, un operario con casco y chaleco fosforito le pide amablemente que se aparte porque va a salir maquinaria pesada "Es que cada día cambian los cruces y así no hay manera de acertar", se justifica Villalba, que vive en la calle de Arzobispo Domenech y se dirige a cuidar a su nieto a Anselmo Clavé.
Pero el suyo no es el único caso de almas errantes por el trazado de la Línea 1, porque en la intersección de Goya y Gran Vía 'chocan' las obras del tranvía y la futura estación de Cercanías y los peatones pasan auténticos apuros para cruzar de uno a otro lado: o se la juegan sorteando coches, autobuses y camiones, o salen cinco minutos antes de casa para completar los rodeos a los que obliga el laberinto de barreras 'new jersey'.
"A mí lo que me molesta es que los carteles mienten: dicen que el siguiente paso de peatones está a 20 metros y, midiéndolos, te salen casi cien. A veces, si hay vallas abiertas, te puedes cruzar entre las máquinas, pero también corres el riesgo de quedarte ahí atrapado", denuncia Iván Casado, vecino de Tomás Bretón, que incluso afirma que tiene que madrugar ("pongo antes el despertador") para no llegar tarde a trabajar.
Las horas punta, sobre todo las de 'cambio de turno' y salida de la Universidad, la zona se convierte en una ratonera. Javier Pérez Ciria, presidente de la Asociación de vecinos de Fernando el Católico, comenta que "es un área muy transitada y, sobre todo, las personas con movilidad reducida lo pasan mal. Eso sí, las obras ahuyentan a cualquiera porque tendríais que haber visto lo vacía que estaba la plaza de San Francisco las noches del Pilar".
Mal lo tienen los comerciantes de las manzanas que rodean el mentado cruce. los peluqueros, floristas y panaderos dicen haber perdido los no pocos clientes que paraban rápidamente en doble fila y a otros 'parroquianos' (poco fieles) por el esfuerzo que puede suponer rodar 300 metros para tomarse un café o para sacar dinero en el cajero automático más próximo que, fiel a la ley de Murphy, siempre está al otro lado. Algunas afecciones se prolongan más allá de la intersección y las aceras de Baltasar Gracián y Cortes de Aragón también han recibido el 'bocado' de las excavadoras y lucen plataformas metálicas para alcanzar las casas o los comercios.
Hace tiempo los negocios de la zona escribieron una carta a la Junta de Distrito denunciando la caida de sus ingresos -sin ir más lejos hay dos bares con terrazas a la primera línea de tuneladoras-, que han podido experimentar un descenso de más del 50%, pero no han tenido respuesta. Según explican junto a la farmacia que hace esquina se habilitará una rampa para que la salida de los camiones que han de extraer arena para hacer un falso túnel de cara a la futura estación. El pilotaje del terreno ha hecho mover una y otra vez los accesos y 'lo que te rondaré', porque el tranvía se inaugurará antes de las elecciones, pero la estación está prevista para la primavera de 2012.
Artículo de C. Peribañez.

Polémicos bordillos: Aún quedan muchas aristas por limar
Las aristas afiladas de los bordillos que se han puesto por todo el trazado del tranvía continúan acaparando quejas de taxistas, peatones y, sobre todo, motoristas que ven en los ángulos de granito un auténtico peligro. Desde los Tranvías de Zaragoza explican que las aristas peligrosas se irán limando como ya se ha hecho en Vía Ibérica e Isabel la Católica para, además, facilitar las maniobras de emergencia, porque los rebordes de hasta 90 grados se antojan difíciles de superar. Alrededor de esta zona hoy comenzará (a partir de la media noche) el asfaltado de la rotonda de Toulouse, por lo que durante toda la noche y hasta la mañana del viernes los coches tendrán que buscar itinerarios alternativos.
Artículo de HA

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