El nuevo cubrimiento del Huerva casi terminado

Publicado en el "Heraldo de Aragón" e 02-04-2010

La última mirilla del Huerva en Gran Vía
La retirada de las vigas del cruce con la calle Lagasca permite que los ciudadanos vuelvan a ver un río que ya estaba casi tapado

Las fotografías, las miradas curiosas y los comentarios de todo tipo han vuelto a la Gran Vía. El río Huerva, que ya estaba tapado casi completamente, vuelve a abrirse estos días en esta céntrica calle en su cruce con la calle de Lagasca. ha sido la última zona en la que los obreros de Los Tranvías de Zaragoza han retirado las viejas vigas, instaladas a comienzos del siglo pasado y sustituidas ahora por otras nuevas para permitir el paso del tranvía con total seguridad.
En la última zona donde `resistían´ las viejas estructuras, recientemente se ha trabajado intensamente para retirarlas, lo que ha creado una amplia zona, en el comienzo del cubrimiento dónde se puede observar con comodidad el río. Se trata de una estampa inédita y que concita la atención de todo el que pasa.
Esta actuación está siendo una de las más laboriosas de toda la Gran Vía, debido a la gran concentración de vigas que hay en la zona. Mientras que en el resto del cubrimiento había una distancia de más de un metro entre viga y viga, aquí estaban prácticamente pegadas, debido a que es el único punto del cubrimiento -junto con el inicio, en Alférez Provisional- por el que los coches pasan habitualmente por encima. Así, las máquinas han tenido que picar primero el pavimento, para más tarde ir retirando una a una las vigas, de 21 toneladas de peso cada una. En los próximos días se irán instalando las nuevas estructuras más pequeñas y ligeras -menos de 8 toneladas-, por lo que el río quedará cubierto de nuevo.
En el resto de Gran Vía siguen los trabajos de vertido de cemento para conformar la loseta de 25 centímetros de grosor sobre la que swe urbanizará el nuevo bulevar de Gran Vía. De este decorado desaparecerán -de hecho, ya han desaparecido- las viejas jardineras, por lo que los árboles quedarán a ras de suelo.
Artículo de Javir L. Velasco y foto de Oliver Duch.