Publicado en el "Heraldo de Aragón" por Rafael Herrero Gómez
La parada del tranvía
Han concluido las obras del tranvía por Vía Ibérica, a falta de pequeños detalles. Con el nuevo emplazamiento de las paradas ya podemos comprobar que el barrio de Casablanca saldrá perjudicado, pues han suprimido la principal, es decir, la que está frente a la calle Embarcadero, salida natural del barrio para coger el autobús y la correspondiente al barrio de Las Nieves también se ha instalado más abajo. No se han atendido las peticiones que desde la Junta de Distrito se hicieron incluso antes de colocarse las vías, y se ha dado buen servicio al Hospital Militar, establecimiento al que afortunadamente se va pocas veces, y se ha perjudicado a los usuarios cotidianos de ese medio de transporte, que en su mayor parte deberán desplazarse más de 500 metros para llegar a la parada más próxima, en la que, por otra parte al concentrarse tantas líneas de autobús en menos paradas (hasta 5 pasan actualmente por Vía Ibérica), habrá momentos en que no cabrán los usuarios en los andenes estrechos que han dejado. Este efecto ya puede observarse en la parada del Hospital Militar, en la que hay momentos en los que la aglomeración de usuarios obliga a los peatones a invadir la calzada.
La parada del tranvía
Han concluido las obras del tranvía por Vía Ibérica, a falta de pequeños detalles. Con el nuevo emplazamiento de las paradas ya podemos comprobar que el barrio de Casablanca saldrá perjudicado, pues han suprimido la principal, es decir, la que está frente a la calle Embarcadero, salida natural del barrio para coger el autobús y la correspondiente al barrio de Las Nieves también se ha instalado más abajo. No se han atendido las peticiones que desde la Junta de Distrito se hicieron incluso antes de colocarse las vías, y se ha dado buen servicio al Hospital Militar, establecimiento al que afortunadamente se va pocas veces, y se ha perjudicado a los usuarios cotidianos de ese medio de transporte, que en su mayor parte deberán desplazarse más de 500 metros para llegar a la parada más próxima, en la que, por otra parte al concentrarse tantas líneas de autobús en menos paradas (hasta 5 pasan actualmente por Vía Ibérica), habrá momentos en que no cabrán los usuarios en los andenes estrechos que han dejado. Este efecto ya puede observarse en la parada del Hospital Militar, en la que hay momentos en los que la aglomeración de usuarios obliga a los peatones a invadir la calzada.
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