Opinión 08-05-2010

Publicado en el "Heraldo de Aragón" por Miguel Á. Martínez*

La batalla continúa...

En las próximas semanas, los comerciantes de Gran Vía y Fernando el Católico verán cómo sus aceras desaparecen provisionalmente, ya que se van a cambiar debido al avance de las obras del tranvía.
Para nosotros va a ser otra dura prueba para resistir en esta batalla contrarreloj de estas obras, que supuestamente son necesarias para la ciudad.
Algún iluso se preguntará si esta zona de la ciudad, muy comercial como es sabido, está en contacto permanente con la empresa constructora para el seguimiento y buen fin de estos trabajos o no. Pues es un grave error, querido amigo. La constructora, como lo viene haciendo durante toda la obra, actúa por sí sola, eso sí, al lado de nuestro Ayuntamiento.
Hay una desinformación total, sólo se informa de los asuntos unos días antes. Sería bueno que supiéramos los pasos que nos esperan. Los vecinos, como nosotros, tampoco saben lo que va a pasar en sus casas. Habría que buscar otros cauces, saber cuánto va a durar la enfermedad, para ver cuándo nos tomamos el antibiótico.
Con lo cual, lo único que espera ya este sector comercial es que esta `obra-pesadilla´ acabe y un día podamos decir que estas aceras nuevas vuelven a soportar diariamente el paso de miles de zaragozanos, para beneficio de todos.
sólo deseo que todos los comerciantes afectados hayan podido aguantar hasta ese momento sin echar el cierre y puedan verlo desde dentro de sus comercios.
Felices obras y próspero tranvía nuevo.
*Presidente de la Zona Comercial Lagasca-Gran Vía.